El sindicato checo de futbolistas profesionales (CAFH) y FIFPRO están dando pasos importantes en beneficio de los jugadores checos.
Los dos organismos de jugadores, junto con otras partes interesadas del fútbol checo y europeo, están a punto de concluir importantes revisiones del contrato estándar para el jugador y el comité nacional de resolución de disputas (CNRD). Si todo se desarrolla según lo previsto, ambas revisiones deberán haberse completado antes del inicio de la temporada 2023/24.
Recientemente, en Praga, representantes de CAFH y de FIFPRO se reunieron con colegas de la UEFA, ECA, Ligas europeas, la Federación checa de fútbol (FACR), la liga checa (LFA), y representantes de cuatro clubes –Sparta de Praga, Slavia de Praga, Viktoria Plzen y FK Teplice– como parte del Diálogo Social Europeo para el fútbol profesional.
David Broukal, defensa del SK Dynamo Ceske Budejovice, explica cómo las próximas revisiones le beneficiarán tanto a él como a sus colegas de profesión en la República Checa.
Por David Broukal
Es positivo ser futbolista profesional en la República Checa. Para mí es un sueño hecho realidad. Creo que debe ser igual en cada país, siempre que el equipo y los futbolistas sean buenos. Eso es lo que importa. Aquí en Budejovice tenemos un buen equipo y la ciudad es fantástica.
He ido subiendo peldaños. Comencé en la tercera división. Después firmé con un club de segunda división y, el verano pasado, me incorporé a mi equipo actual, que juega en el primer nivel.
Es difícil comparar las condiciones laborales de primera y segunda división, aunque ambos niveles son ligas profesionales. En la primera liga todo está muy bien organizado y el salario es bueno, pero en la segunda liga la situación es bastante difícil. Creo que tan solo algunos futbolistas de la segunda liga pueden ahorrar parte de su salario para los días flacos.
He tenido suerte. Pude ahorrar algo gracias al apoyo que recibí de mis padres. Viví con ellos hasta los 24 años porque también estudiaba. Pero para la mayoría de los futbolistas de la segunda liga, es difícil.
Hay quien incluso cree que la segunda liga debería ser semiprofesional pero no estoy de acuerdo. Por lo que respecta a la cantidad de trabajo que los equipos y los futbolistas dedican, es prácticamente idéntica a la de los equipos de primera división. Puedes tener al menos dos días con dos sesiones de entrenamiento, entrenas cada mañana y juegas un partido a la semana.
Espero que las cosas mejoren con la revisión del contrato estándar, que incluye un salario mínimo que todos los clubes deben respetar. En la actualidad, con frecuencia no se respeta el salario mínimo y, en consecuencia, es muy duro vivir con el dinero que ofrecen algunos equipos: especialmente, para los jugadores en los últimos equipos de la segunda liga. Creo que muchos de sus jugadores menos regulares no ganan el salario mínimo.
Algunos futbolistas tienen un segundo empleo, mientras que otros viven con sus padres para poder mantenerse.
Todos los trabajadores ‘regulares’ de la República Checa reciben el salario mínimo. Así que, ¿por qué nosotros, los futbolistas profesionales, no tenemos el mismo salario mínimo que otros trabajadores, cuando trabajamos tanto como ellos?
Existe también un aspecto del fútbol que la gente no siempre percibe: el psicológico. Cuando eres futbolista profesional, no solo juegas para ti mismo, sino para todo el equipo. Puede preocuparte el descenso, o darte cuenta de que el propietario y los seguidores se están poniendo nerviosos.
Cuando pierdes algunos partidos, la gente te escribe mensajes diciendo que no diste el cien por cien. Pero, simplemente, puedes tener un mal día. Todo el mundo puede tener un mal día. No conozco a ningún jugador que salga al campo de juego y no trabaje al cien por cien.
Por ejemplo, recientemente jugamos un partido contra el Teplice, con un resultado pésimo [perdimos 0-3, en casa], aunque dimos lo mejor de nosotros. Teniendo en cuenta esas circunstancias, creo que al menos merecemos un salario mínimo que sea respetado.
Otro punto que debe abordarse es el estatus de trabajador autónomo. La mayoría de futbolistas en la República Checa son autónomos, no son empleados de los clubes. Una de las consecuencias es que, después de recibir nuestro salario, todavía tenemos que pagar impuestos y primas de la seguridad social. Hay también un impuesto final, que no es sencillo de calcular de antemano, porque una parte sustancial de nuestros ingresos consiste en primas. La suma total de primas es distinta cada temporada, pues ello depende del equipo para el que juegas, de sus resultados, de tu número de apariciones y de otros factores.
Si fuéramos empleados del club, este se encargaría automáticamente de pagar nuestros impuestos y aportaciones a la seguridad social. Todo estaría mucho más claro. Yo podría ahorrar más dinero para mi retiro, y no tendría problemas con los contables. La última vez casi tuve un ataque al corazón cuando mi contable me dijo lo mucho que todavía debía jugar para pagar impuestos.
Es muy importante que todas las partes del fútbol profesional –la federación, la liga, los clubes y los futbolistas– debatan conjuntamente cómo pueden mejorar la situación y la calidad de la liga, así como la situación laboral de los jugadores. Igualmente, debemos aprovechar al máximo esta oportunidad, compartiendo nuestras experiencias e ideas cuando nuestro sindicato visite nuestro club.
