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FIFPRO solicita prohibición para clubes iraquíes que no pagan a jugadores

Salario del futbolista Comunicaciones

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FIFPRO muestra inquietud por los cientos de futbolistas en Iraq que no están siendo pagados, pese a haber ganado sus casos en arbitraje.

FIFPRO va a informar a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) acerca de los clubes implicados, y va a solicitar que no se les expidan licencias para las competiciones de clubes de la AFC, pues la Federación iraquí continúa sin dar respuesta a las cartas que remitió el sindicato mundial de futbolistas el mes pasado.

Un total de 174 futbolistas iraquíes han presentado reclamación contra 15 clubes de su país. De ellos, una cifra importante ha ganado su caso en arbitraje, pero los clubes implicados se niegan a cumplir las decisiones. FIFPRO considera que debería impedirse a estos clubes su participación en las competiciones de clubes de la AFC y en la competición nacional, hasta que hayan satisfecho todas sus deudas.

Además de los futbolistas iraquíes, FIFPRO es consciente de que numerosos futbolistas extranjeros afrontan problemas similares.

“Algunos clubes simplemente piensan que son intocables”

— por Arian Ibrahim Sevok

Nedo Turkovic (de Bosnia y Hercegovina) y Arian Ibrahim Sevok (de Países Bajos) también han experimentado problemas en Iraq. Ambos fueron fichados por el club Al Diwaniya, uno de los 20 equipos de primera división. Llegaron en febrero de este año, pero un par de semanas después el club les pidió que se fueran.

“Así funcionan las cosas en Iraq”, manifiesta Sevok a FIFPRO. En 2020, el guardameta nacido en Iraq y criado en los Países Bajos tuvo también una experiencia negativa con otro club, el FF Zakho. “Muchos clubes dependen de la financiación gubernamental. Si no reciben su dinero a tiempo, entonces no pagan a los jugadores. O tienen el dinero, pero sencillamente piensan que son intocables.”

Sevok y Turkovic aceptaron finalmente que el club no deseaba mantenerlos. “Pero habíamos firmado un contrato, por lo que tengo mis derechos,” afirma Turkovic. “El club tiene que pagar mi salario y los costes de mi vuelta a casa, tales como billete de avión, visado y prueba PCR.”

El club no cooperó de manera inmediata y dejó a ambos jugadores esperando. Mientras tanto, Turkovic y Sevok no pudieron entrenar con el equipo. “No se nos permitió pisar el campo,” afirma Turkovic. “Sólo podríamos correr en círculos,” afirma Sevok.

Cada día, los futbolistas se presentaron en los entrenamientos, después de que el sindicato bosnio SPFBiH les aconsejara cumplir con su parte del contrato.

“Estuve de manera ilegal en Iraq, durante más de dos semanas”

— por Nedo Turkovic

El club no facilitó visado a Turkovic, pese a tener esa obligación. “Estuve de manera ilegal en Iraq, durante más de dos semanas,” afirma Turkovic. “En Iraq, ese es un riesgo enorme. Imagina las consecuencias si la policía lo descubre.”

Después de que dos representantes del club amenazaran con llamar a la policía, pues Sevok y Turkovic habían entrado en el campo de entrenamiento, los jugadores decidieron abandonar. Sevok: “Mi abogado me dijo que sería mejor volver a casa, para evitar cualquier enfrentamiento con la policía.”

Hasta el último momento, el club incumplió sus promesas. En el aeropuerto, Turkovic tuvo que pagar una multa de 350 USD en aduana, por no llevar visado, mientras que Sevok tuvo que recurrir a un conocido para que le prestara el mes del salario que el club había prometido pagarle en el aeropuerto.

“Comparto esta historia para advertir a otros jugadores”

— por Arian Ibrahim Sevok

Sevok tenía derecho, al menos, a 2,5 meses y al reembolso de diversos costes. Dado que tiene pasaporte iraquí, no puede presentar reclamación ante la CRD de la FIFA. Su única alternativa, una reclamación en Iraq, probablemente le convierta en el jugador número 175 que no recibe las cantidades debidas.  

Turkovic, con la ayuda del sindicato bosnio de futbolistas SPFBiH, presentó una reclamación ante la CRD de la FIFA, con la esperanza de recibir su dinero.

“Comparto esta historia para advertir a otros jugadores,” afirma Sevok.

Turkovic: “Nuestro caso muestra que, en Iraq, los futbolistas son tratados como animales, sin dignidad. Estos clubes no respetan las normas del fútbol, y creen que todo puede solucionarse comprándonos un billete de regreso y enviándonos a casa, sin cumplir con sus obligaciones.”