En los últimos dos años y medio, Irwin ha participado en diversas negociaciones con la Major League Soccer (MLS), en su función como miembro del comité ejecutivo de la Asociación de jugadores de la MLS (MLSPA). En febrero 2020, ambas partes acordaron un nuevo convenio colectivo de trabajo, pero debido a las consecuencias de la pandemia de Covid-19, la Liga y la asociación de jugadores renegociaron el acuerdo dos veces, hasta finalmente alcanzar un nuevo acuerdo, en febrero de este año.
“Pudimos proteger los salarios del jugador, pues en total los jugadores tuvieron únicamente un recorte salarial del cinco por ciento en 2020, y ningún recorte en 2021,” afirma Irwin, que es consciente de los sacrificios que han tenido que hacer los jugadores en otros países. En algunos países, los clubes decidieron de forma unilateral reducir los salarios entre el 25 y el 50%.
Tales recortes salariales hubieran tenido enormes consecuencias para algunos jugadores de la MLS, afirma Irwin. “En nuestra liga, el salario mínimo es comparable a lo que podría ganar cualquier persona en un puesto de trabajo normal. Asumir niveles tan elevados de recortes salariales plantearía tremendas complejidades. Fue un gran logro que pudiéramos proteger los salarios.”
Irwin fue uno de los 85 futbolistas que participó en la comisión del MLSPA que negoció esas condiciones; sus miembros asistieron en línea a las negociaciones con los representantes de la Liga.
“Las últimas dos negociaciones que tuvimos marcaron la cumbre de nuestra participación,” afirma Irwin. “Conseguimos que muchos de los principales jugadores de la Liga explicaran directamente al comisionado de la Liga y a los propietarios por qué estos puntos eran tan importantes para nosotros. Futbolistas famosos, como Chicharito (Javier Hernández), Michael Bradley y Jozy Altidore asumieron un papel de liderazgo. Que participaran tan proactivamente estimuló a todos.”
Es fundamental que los futbolistas participen del proceso decisorio. El informe Shaping Our Future de FIFPRO defiende la integración de la voz de los jugadores en las decisiones que atañen a su trabajo, al juego y a su comunidad.
“Es importante escuchar de los empleados cómo opera la Liga, y cómo los jugadores desean mejorarla,” explica Irwin. “En muchas ocasiones pudimos sentarnos a negociar frente a abogados o empresarios que no tienen un concepto real de lo que significa ser un atleta profesional. Muchas de las decisiones que toma la directiva guardan consonancia con lo que un abogado o empresario piensa que es lo mejor para el juego.”
Con frecuencia, los futbolistas opinan de modo diferente. Irwin, profesional desde el año 2011, ha visto soluciones propuestas por los jugadores que, en principio, habían sido ignoradas por la Liga, para ser introducidas después. Por ejemplo, un aumento salarial para determinados futbolistas, con el fin de ser más competitivos con los equipos mexicanos del fútbol internacional. “En nuestra liga hay concretamente tres futbolistas que pueden ganar cualquier cantidad de dinero. El resto del equipo solía estar duramente regulado, de modo que los demás jugadores ganaban notablemente menos. En México, casi todos los jugadores ganaban mucho más que cualquier otro, excepto esos jugadores concretos que teníamos aquí.”
“Para poder competir contra estos equipos, debes estar dispuesto a pagar salarios similares en toda la alineación. Ya habíamos dejado claro ese punto a la liga hace muchos, muchos años.” Inicialmente, la MLS no se pronunció, pero hace unos años introdujo cambios a la normativa, permitiendo mayores salarios en conjunto. “Creo que eso nos ha hecho más competitivos frente a los equipos mexicanos.”
Irwin recalca que, para los jugadores, no se trata únicamente de ganar más dinero. Los futbolistas y la Liga tienen un interés común: conseguir el mejor nivel de juego. Un buen ejemplo es el torneo que mantuvo la MLS durante el verano en un entorno seguro, durante la pandemia de Covid-19. Los futbolistas y la Liga decidieron conjuntamente cómo podría organizarse este evento, incluyendo medidas de protección de la salud y protestas de los jugadores acerca del movimiento Black Lives Matter.
“Fue un gran ejemplo de cómo los empleados y la gestión pueden hallar un punto en común y cooperar para hallar soluciones que mejoren el juego. Pudimos alcanzar un acuerdo mutuo acerca de las medidas de seguridad y de lo que el juego necesita para resultar un espectáculo, de modo que tuviera valor para todos. Ello demostró que ambas partes pueden trabajar conjuntamente. La relación no siempre tiene que ser negativa.”
Irwin, que ejerce por cuarto año como miembro del comité ejecutivo de la Asociación, secunda el consejo del informe Shaping Our Future de FIFPRO. “Mi experiencia es que, cuando los jugadores se unen y expresan su voz al unísono, mejoran las condiciones. Los propietarios de los equipos observan la unidad que muestran los jugadores. Sin los futbolistas no hay partidos. Los atletas profesionales han aprovechado su poder como jugadores y nuestra capacidad de juego para lograr mejores entornos y condiciones laborales para todos los futbolistas.”
“Siempre deseo formar parte de la solución. Deseo ayudar los futbolistas que actualmente están en la Liga, y a los futbolistas que todavía tienen que llegar a ella, que están en las academias y que van llegando.”
