El exjugador Arnar Sveinn Geirsson es el presidente del sindicato. Aquí él habla con FIFPRO sobre los principales retos de la organización.
El fundador y actual secretario general, Kristinn Björgúlfsson, le pidió que se convirtiera en presidente en 2019 cuando era lateral derecho del equipo campeón Valur.
A Björgúlfsson le impresionó que Geirsson hablara públicamente de sus problemas de salud mental. “Dijo que me representaba muy bien y me pidió que hiciera lo mismo con el sindicato”.
Geirsson, de 30 años, también trabaja a tiempo completo como director de recursos humanos y estudia un máster en Psicología del Comportamiento y de las Organizaciones.
“A veces es muy difícil combinar las tres tareas, pero es cuestión de encontrar a las personas adecuadas que puedan ayudarte. Y es una forma de pensar, ya que son cosas que me importan y me hacen ser mejor persona”.
Desde que Geirsson, que es hijo de un antiguo jugador de balonmano, llegó a la presidencia, se ha centrado en optimizar la organización: crear la estructura adecuada, mejorar los estatutos, organizar asambleas generales y estar más presente en los medios de comunicación.
“Quiero crear un entorno en el que se escuchen las voces de los jugadores, en el que se sientan seguros, tengan un sentimiento de pertenencia y sepan que su bienestar está protegido”.
Gracias a la gran ayuda de la junta directiva, también consiguió que el sindicato fuera incluido en las conversaciones con otras partes interesadas en el fútbol cuando se trata de los jugadores. “Ahora somos mucho más relevantes que antes. Tanto la federación de fútbol como la liga están escuchando nuestra voz”.
Con una población de aproximadamente 360.000 habitantes, la Urvalsdeild islandesa no es una de las ligas de fútbol más ricas. “La mayoría de los equipos de la primera división, tanto masculinos como femeninos, entrenan como los equipos profesionales. Pero los sueldos de los jugadores suelen ser más bajos que los de los trabajos normales”.
“Insto a todos los jugadores a que se afilien al sindicato, porque un sindicato fuerte beneficiará a todos los jugadores a largo plazo”
“Ocho de los doce equipos de la liga tienen varios jugadores que pueden vivir de sus ingresos del fútbol. Pero algunos jugadores son estudiantes, muchos tienen un trabajo a tiempo parcial y otros incluso tienen un trabajo a tiempo completo, como yo”.
“A menudo es una decisión personal, ya que estos jugadores quieren estar preparados para la vida después del fútbol. Saben que es difícil conseguir un trabajo en Islandia si dejas el fútbol y no tienes experiencia laboral o una educación”.
La prioridad en la lista de tareas del sindicato es conseguir que los jugadores tengan un contrato de trabajo. “Es un tema muy importante para nosotros”, dijo Geirsson. “Es vergonzoso que todavía tengamos jugadores en nuestro país que trabajen como contratistas. Todos los jugadores de Islandia deberían tener un contrato de trabajo, y la federación debería imponerlo como requisito”.
“No tener ese contrato crea problemas, como pudimos comprobar durante la pandemia del Covid-19. Las empresas reciben ayuda financiera del gobierno para pagar los salarios de sus empleados. Sin embargo, como los jugadores no se consideraban empleados, el gobierno no entregó ninguna subvención a los clubes. Los salarios se redujeron entre un 10% y un 50%, y algunos pagos llegaron con mucho retraso”.
Geirsson está tratando la situación laboral de los jugadores con los clubes y la federación de fútbol, y espera tener éxito pronto. “Esto resolvería muchos problemas para nuestros jugadores, pero desgraciadamente esto está tardando mucho más de lo que esperaba. Esto no debería ser un tema de discusión en un país al que le gusta compararse con otros países escandinavos, por ejemplo”.
“Estamos aconsejando a los jugadores que solo firmen un contrato con un club si se trata de un contrato de trabajo”.
El LSI cuenta con unos 300 miembros de fútbol masculino y femenino. La junta direciva del sindicato tiene más mujeres que hombres: cuatro contra tres. La miembro más conocido de la junta es Sara Bjork Gunnarsdottir, capitana de la selección nacional, dos veces personalidad deportiva de Islandia y ganadora de la Liga de Campeones con el Olympique Lyonnais.
“El sindicato de jugadores es muy importante para todos los jugadores”, dijo Gunnarsdottir. “Vela por los intereses de los jugadores y se asegura de que siempre puedan pedirles ayuda y asesoramiento sobre contratos y otros asuntos”.
“Insto a todos los jugadores a que se afilien al sindicato, porque un sindicato fuerte beneficiará a todos los jugadores a largo plazo”.
Ahora el LSI es un candidato a miembro de FIFPRO, lo que representa un paso en el camino hacia la afiliación plena, recibirá algo de financiación y Geirsson espera que pueda mejorar sus servicios a los jugadores.
“Hasta ahora todo era trabajo voluntario. Ahora que tenemos algunos fondos, podemos empezar a trabajar en más proyectos. Queremos concienciar a más jugadores sobre la importancia de prepararse para la vida después del fútbol, y queremos ofrecer más apoyo para su bienestar mental”.
